Estamos viviendo un momento crucial de la historia, atravesados por una crisis ambiental, climática y social, es necesario que más personas, más empresas y más organizaciones tomen decisiones distintas.
Este año se aprobó el primer trigo transgénico del mundo en nuestro país. La siembra del HB4 es un nuevo riesgo para la salud y la alimentación de las personas. Sabemos que su uso tiene consecuencias directas por los residuos que quedan en los granos y, por lo tanto, en las harinas y en los alimentos que todos consumimos.
Es muy urgente que empecemos a elegir distinto y a cuidarnos entre todos. Se puede producir orgánico y agroecológico, se puede comer comida sana y eso debería ser un derecho al alcance de todos.